¿Qué pasa cuando, con el público delante, nos falta un actor?
¿Cómo hacían los Cómicos de la Legua cuando salían a improvisar?
¿Qué recursos utilizaban para provocar la risa?
Estas son algunas de las respuestas que nuestros actores deberán encontrar cuando el mismo día del estreno, la ausencia de uno de ellos, provoca el caos y el desconcierto de la compañía.
Usando los mismos recursos de los Cómicos de la Legua, y sin más remedio que enfrentarse al público solo con su talento y virtuosismo, y olvidando todo lo ensayado hasta ese día.
Es entonces cuando acuden a su ayuda los grandes creadores de la dramaturgia española. Lope, Cervantes o Quevedo entre otros ceden sus textos para que el público presencie uno de los montajes más disparatados e hilarantes de la cartelera teatral española.