Un texto que con humor y sarcasmo conjuga una perfecta pintura del alma humana, con sus contradicciones, dudas, conformismos o realizaciones.
Todo sucede en el camerino de un viejo y pequeño circo durante el intervalo entre dos representaciones.
El Payaso, un personaje lleno de matices, tanto trágicos, como cómicos, burlescos, patéticos, agresivos y líricos. El visitante, un hombre humilde, limitado al círculo que su formación le inscribió. En apariencia, dos polos opuestos de la vida humana.
El vértigo de los acontecimientos, y el refinado humor de sus personajes, imprime un ritmo que mantiene al espectador en vilo hasta el último minuto.
Un espectáculo que aporta los ingredientes necesarios para pasar un gran momento en la platea.