La ficción coloca en escena a unos vecinos de renta antigua de un viejo
barrio español, que está a punto de desaparecer engullido por las necesidades
del nuevo modelo urbanístico. Son los vecinos supervivientes frente al modelo
del poderoso caballero, el modelo que separa los linajes del tener y el no tener.
El tema central de la obra es la fe como el camino para la redención, como
motor de resistencia ante el olvido, ante la muerte, ante la realidad de un mundo
nuevo que se impone inexorablemente, aunque deje daños colaterales. Ante un
mundo que hace equilibrismos entre renovarse o morir.
La pieza trata de visibilizar la dura realidad de aquellos que han perdido el
pasado, cuyos recuerdos son de barro blando y no encuentran futuro, cuyos
sueños son de humo espeso.