El libro que comenzó a concebir Ludwig Wittgenstein en una cabaña noruega modificó el curso del pensamiento occidental y abrió algunos de los caminos más transitados por la Filosofía hasta el día de hoy. Claro que él defenderá que ese libro, en el fondo, no es más que la ilustración práctica de una ética, ya que lo ético queda limitado, por así decirlo, desde dentro. Mi libro, dirá Ludwig Wittgenstein, se compone de dos partes complementarias y simultáneas: una, de todo lo que en ella se ha dicho y, dos, de todo lo que en ella se ha callado. Y justo ahí, en esa segunda parte que no se ha dicho, deberíamos haber escuchado lo verdaderamente importante.