SIBIL-A es un solo en el que se expone la figura de la mujer percusionista a través de la tríada que se origina entre el gesto, el sonido y el trazo. Nace de la ‘soledad’ de un cuerpo que sitúa en el centro el cuerpo-objeto de la pandereta, la piel y las chapas. SIBIL-A propone la figura de la intérprete como intérprete transmisora, y cómo ésta evoluciona en la globalización y desacralización de ‘las cosas’. La pandereta es el ombligo y el cuerpo es el canal de un canto que se recoge de la Cuenca del Mediterráneo, y que llama a voces las escenas del ‘Iudici Signum’, el Día del Juicio Final: del orden al caos, y del caos en el orden.