Intentamos aferrarnos a una estructura, a una forma en la cual quedamos anclados en la permanencia, en la imposición de la verdad, en un cuerpo de guerra. El camino de la paz es el camino de la impermanencia, pasar por muchas verdades, por muchas in-formas que construimos y destruimos hasta llegar a nuestra verdadera esencia. IN-FORMAS, investiga el cuerpo desde la raíz de nuestro yo. A través de la exploración de la danza butoh el movimiento es una consecuencia de un estímulo interno, desde lo más cercano a nuestra alma. Cada estado es una forma y cada forma un estado. Pasar de uno a otro nos enseña lo que no se ajusta a nuestro ser y a la necesidad de transformarse constantemente. Nuestra forma es in-forma porque la creo, me convierto y la destruyo. Somos IN-FORMAS.