Raquel Gualtero mira hacia sus raíces colombianas para crear una pieza en la que el giro es el eje vertebrador. Del juego infantil hasta el virtuosismo del folclore, con un gesto sencillo, pero contundente, 360° ambiciona englobarlo todo: la niña que juega, la mujer que baila y la madre que vuelve la cabeza para volver al origen.