A través del lenguaje coreográfico contemporáneo y urbano, se muestran escenas inspiradas en el ensayo de Quousque tándem! de Jorge Oteiza, y sus referencias constantes al Cromlech y el inicio del neolítico como inicio de gran parte de la cultura Euskalduna.
Itsaso A. Cano elige este concepto de espacio como lugar inspiración y meditación, tal y como expone Jorge Oteiza, alejándose de la antigua concepción del espacio como cementerio.
Oteiza dota a los hombres del neolítico y el paleolítico de habilidades artísticas; comparando el hombre de las cavernas-cazador y pintor de cuevas con el pastor-neolítico y escultor; creador de los cromlechs.