“Cada mañana, al despertar, el autómata nos lleva inconscientemente de aquí para allá. Monótonas costumbres, rutinas que se repiten hasta que caes en un incómodo sueño y vuelta a empezar.
Sólo cuando tomas las riendas de tu movimiento eres capaz de liberar tu consciencia. Abrir los ojos y aferrarte a aquello que amas, esa luz que inunda tu cuerpo y hace que cada mañana puedas dejar una huella de tu existencia.".