"Sonidos de una mina" es una pieza músico-teatral en la que José Félix propone un descenso a las grutas oscuras del corazón, para encontrar, a través del fado y los cantes flamencos, el material precioso del amor, tal y como los mineros se internan en el interior de la tierra y vuelven a la superficie con el descubrimiento de algo oculto pero anhelado. En esta performance teatral sostenida por el cantante y los cuatro músicos que lo acompañan, se aborda –desde una perspectiva multidisciplinar que aúna música, teatro, danza y poesía– un trabajo de introspección emocional que José Félix comparte con el público, difuminando así las fronteras entre lo íntimo y lo colectivo.