En un espacio edénico habitan siete entidades, siete personajes, siete alter ego arquetípicos; cuatro hombres y tres mujeres que se desconocen a sí mismos y entre ellos. Representan una humanidad desarraigada en una Natura herida y amenazada de muerte por la inconsciencia colectiva. La acción dramática se ubica en una doble encrucijada: la de los conflictos individuales e internos de cada uno de los personajes y la del conflicto de todos ellos con el medio natural.
Por tanto, cada personaje debe recorrer el camino heroico hacia sí mismo y hacia los otros, así como recobrar la conciencia de la naturaleza común que los define. Es una distopía apocalíptica dominada por el caos y el horror vacui se hace imprescindible recuperar la memoria de la comunidad humana originaria.