Juan “el Chiqui” ha muerto en la plaza.
Esta noticia sacude al mundo taurino, pero aún más a Ramón, que acaba de perder a su mejor torero. Temiendo por su futuro como apoderado, Ramón convence a Juan hijo, el último “Chiqui”, retirado de los ruedos tras una fuerte cornada hace años, para que vuelva a torear por San Isidro.
Pero tras firmar con Toño, el poderoso empresario de Las Ventas, Ramón descubre que Juan no se ha rehecho tras aquella cornada -algunas duran un segundo; otras, toda la vida-, por lo que deberá ayudarle a recobrar el valor antes de la faena más importante de su carrera.
No cuentan con que Alejandra, la viuda y madre, se interpondrá en su camino con la obsesión de recuperar una antigua tradición: sacrificar a la madre del toro que mató a su marido.