Una madre cerdita, decide que sus hijos ya se encuentran en edad de seguir su destino, ya que a ella misma no le queda demasiado dinero para continuar sosteniéndolos.
Cada uno de los cerditos decide entonces empezar por construir su propia casa. El primero de ellos fabrica la suya con paja, en cuanto aparece el temido lobo de un solo soplido su casa habrá destruido. Tras destrozar su casa Pedrito sale corriendo a avisar a su hermana y juntos construyen el segundo casa con madera que corre la misma suerte que la de su hermano menor. Juntos corren con el tercero de los cerditos, el previsor que ha construido su casa con ladrillos.
Una divertida fábula que enseña que la perseverancia, el trabajo, el esfuerzo y la dedicación siempre tienen recompensa.