Vengo a decirte con los dientes es un desnudo que atraviesa la piel. Que viaja hasta las entrañas más oscuras del pensamiento.
Hasta ese lugar que solo nosotros conocemos, y que tanto luchamos por esconder, por disimular.
El egoísmo, la envidia, la rabia, el dolor, las contradicciones.
Las vergüenzas. Todo lo que no se puede decir, lo que nuestra boca censura antes de llegar a formarse.
En la sociedad actual, virtualizada y ultra-procesada, dulcificada por los filtros de Instagram, se vuelve un acto artístico, y por tanto político, mostrarse en bruto: vulnerable, incoherente, desquiciada.
Un recorrido por esas incoherencias, que nos arrastrará hacia aquello que más deseamos. Hacia aquello que más odiamos.
Una decisión final que nos confirma que todo es posible.