Entramos en la intimidad de Edith. Edith vive a puerta cerrada con su carro, un compañero mudo y fiel que la acompaña a diario. Seductora y narcisista, pasa su tiempo dentro de un mundo que ha creado a su imagen, entre recuerdos y fantasías. A través de su relación con los objetos que la rodean, podemos sentir ese vínculo que las personas tenemos con los recuerdos que los objetos, que conservamos, nos evocan. Edith combina momentos encantadores y emotivos con elementos humorísticos, extravagantes y sorprendentes. La crudeza y franqueza de este personaje tragicómico atrapan al público en su butaca.