Había una vez un hormiguero en el que vivían tres hormigas: Gabriela, Graciela y Gloria. Todos los días, de manera organizada y puntual, realizaban las mismas tareas: traían comida para almacenar, reparaban el hormiguero, y proveían a este de todo lo necesario para su funcionamiento. Cuando llegaba la noche estaban tan cansadas que se acostaban y se ponían a roncar. Por la mañana, de nuevo, hacían su rutina, día tras día, semana tras semana, mes tras mes, año tras año… Hasta que un buen día Graciela trajo consigo algo que no habían visto nunca… Comienza la comunicación, el pensamiento y empieza la toma de conciencia como individuos… ¿Qué pasa entonces con el hormiguero?