Creación existencial, que cuestiona el concepto de identidad y el propósito de la vida, sirviéndose en escena de la performance, la danza y el audiovisual. La obra es un ritual de reconciliación con la muerte y muestra un cuerpo crudo que crea movimiento partiendo de estados físicos reales.
En escena se plantea el cuerpo como una idea construida. Un cuerpo identificado
con una identidad en proceso de derrumbamiento, un cuerpo que vive la tragedia de apegarse a una idea de si mismo que se desmorona. Esta es la historia de rendición de una mujer a las leyes y ciclos de la naturaleza. En escena se homogeneiza la tierra y la carne y cuando el cuerpo se reconoce como naturaleza, se ejercita en aprender a nacer y morir una y mil veces.