[estudio para cuerno y cuerpo] es un paisaje polifónico y visual que gira en torno al rito, a lo remoto, al hueso, a lo animal. Un bestiario que transita, de manera elástica y desjerarquizada, entre imágenes reconocibles y cuerpos por descubrir. Una experiencia contemplativa y emocional que dialoga entre contrastes, lo bello y lo feo, lo blando y lo duro, lo divino y lo profano, lo caótico y lo direccional, lo articulado y lo estático… Un tiempo suspendido, casi escultórico, en el que el espectador es invitado a construir su propia narrativa a partir de lo evocado.