La producción musical de Isaac Albéniz está llena de sugerencias rítmicas, melódicas y armónicas procedentes de un género que le fascinaba: el Flamenco.
Es muy complicado acceder al código interpretativo del maestro de Camprudón si no se conocen en profundidad las raíces que inspiraron su música, si no se tienen en la mente y en el corazón cada uno de los palos que, sumergidos en las aguas de sus partituras, nutren de identidad y grandeza su legado compositivo.