Con una atmósfera oriental minimalista esta tragicomedia representa el duelo por el que Manuel transita tras la pérdida de un ser querido, afrontando la muerte desde una postura vitalista, positiva y esperanzadora. El autor se apoyará en el hecho teatral para narrar qué ocurriría si su madre, enferma de cáncer y convertida en un títere al que sostienen para dar vida, muriera. El autor mismo, presente en escena, pretende conquistar para ella la inmortalidad, valiéndose del arte y las teorías taoístas convirtiendo el espacio en un lugar sagrado.
"La ceremonia del té" es un canto a la vida.