Un actor confundido entre el sueño y la vigilia se ve obligado a replantearse su vida en el teatro después de recibir la visita del fantasma de su padre que le ordena -no sabemos si ordena, ruega, suplica o exhorta- a llevar a escena un texto inacabado. La tarea no es fácil para este Hamlet moderno, que debe sumergirse en el archivo de su padre para encontrar el texto de esa obra y elucubrar la forma de encarnarla. En su imaginario se entremezclan, entre otros, su infancia, Robin Hood el clown, la Pampa infinita, su primera novia, el pop, el Renacimiento, el cine de aventuras, Borges y Corto Maltés., y, por supuesto, las palabras y los personajes de William Shakespeare.