Cada individuo nace con la necesidad
instrínseca de la resolución.
El ansia primigenia de conocer la respuesta, la
desición, el final.
Cuando dicho sino está relacionado con otro
ser, con alguien capaz de desestabilizarnos,
quebrar los cimientos que nos soportan, somos
capaces de cualquier cosa para saber a dónde
nos llevará nuestro destino común.
Ante la espera... ¿Cómo reaccionamos?