Cubea es un diálogo de movimiento, silencio, complicidad y calma.
Una ruptura de jerarquías para crear lugares horizontales entre cuerpo y espacio,
humano y no humano, artista y aparato. Cuando esto ocurre los cuerpos ocupan,
rehabitan y encarnan, del mismo modo que el espacio se transforma.
¿Qué puede ofrecer el espacio? ¿y el cuerpo? ¿Quién [qué] mueve a quién [qué]?
¿Qué diálogos se generan? ¿Cómo podemos hacer visible lo invisible?
Un lenguaje nacido desde la vulnerabilidad para crear una instalación viva. Una
pieza sobre transformación y escucha, sobre la sinceridad constante del cambio.