KINTSUGI

Pasa el tiempo y siente como las debilidades la hacen más bella y fuerte. Se arrancará la piel, muy lentamente, para despedirse del pasado y escuchar como construye el presente. Quiere huir de ella misma, dejar caer de golpe el peso que le entierra los pies y bailar de puntillas sin sentir las uñas.
Las cicatrices son demasiado profundas y no desaparecen. Cuando se acaricia su cuerpo puede reseguir el camino de su historia, pero por más que arranque las costras de las heridas, las experiencias vividas quedan grabadas debajo de su piel. Dolida, adolorida y agotada ahora es una auténtica obra de arte. La miras y puedes leer que está rota, que ha sufrido y que tiene una historia con un pasado que la ha hecho más bella y fuerte. Una belleza completa con unas heridas de vida.