Carne cruda y leche fría se enmarca como pieza relevante para abordar, visibilizar y poner en discusión algunos de los desafíos en la conciliación con la naturaleza y el camino de la convivencia con la fauna que nos rodea y que forma parte intrínseca del ser humano.
Los contenidos, los conceptos de fondo y la estética buscan enfrentar estereotipos, romper la sexualización del cuerpo y deshumanizar al ser humano.
Todo esto desemboca en un viaje en solitario del instinto animal y el antropocentrismo en un lugar dónde la naturaleza es madre y cuna, donde la persona es humano y animal y donde el sonido y la luz son guía permanente.