Del griego pân (todo) y hórama (vista) la palabra panorama fue popularizada por el pintor irlandés Robert Barker para describir sus pinturas circulares. Sus paisajes generan una experiencia inmersiva que invita a la contemplación. ¿Cuál es nuestro lugar en este paisaje? Raquel Gualtero nos propone entrar en un estado contemplativo, donde transitar por diferentes imaginarios extrañamente familiares. El cuerpo de la bailarina es el centro de este paisaje. Sus gestos se convierten en coreografías infinitas que nos trasladan a un lugar íntimo, único e intransferible. Un lugar atravesado por una voz que nos pertenece y que transforma los moldes que hemos construido. Quizá, un lugar extraño, inhóspito e inesperado; pero, sin duda, un lugar anhelado.