En Alma imaginamos un futuro distópico, donde las personas son
utilizadas para realizar experimentos, como si fueran ratones de
laboratorio.
Nuestros personajes han sido seleccionados y esperan en su jaula,
obedientes y entregadas a la causa.
Pero ¿hasta dónde serán capaces de resistir, rodeadas y
alimentadas por un mundo plástico, sintético?
En este espectáculo reivindicamos las gotas de lluvia en el
cristal, las huellas sobre la tierra mojada, la bocanada de aire, el
olor del mar y el roce de la piel como forma de resistencia.