¿Vive la gente en Walt Disney?
A partir de esta pregunta el creador Emilio Manzano propone una pieza poética para dejarse llevar por la sucesión de cuadros en movimiento, estimular el inconsciente del
espectador y generar multiplicidad de lecturas y un diálogo interno.
Un muñeco deshumanizado recibe al público antes de que comience la pieza y lo involucra de manera imperceptible en el sistema de valores implantado por Disney. Inicia así un viaje intrínseco laberintico hacia “demostración extensa de la
fantasía” y las relaciones en el mundo occidental, cómo nos comportamos, cómo nos proyectamos y cómo nos comunicamos en la realidad física y en el uso de las nuevas tecnologías.