Un puente entre las nubes, un hilo tendido a los sueños, un paso a la ilusión…. 40 metros de cable a 10 metros de altura, un trapecio y un mástil chino pendiendo del cable, dos funambulistas, dos acróbatas y 3 músicos a medio camino hacia el cielo. Un espectáculo en altura, multidisciplinar, poético y visual para todos los públicos. Una obra para sentir y dar rienda suelta a la imaginación.
Volatiner@s, tejedor@s de sonidos, hacedor@s de ilusiones…
Necesitamos de la ilusión, de los sueños, de los “imposibles”, para dar vida a la existencia. Es aquí, en el alambre, donde la vida se convierte en algo tan simple y apasionante como avanzar un paso, donde el corazón late desbocado deseando salir a danzar con la vida. Tal vez la vida esté en ese instante y el resto sea tan sólo la espea.