El mito de Don Juan, convertido en personaje universal, escapa al tiempo, invade culturas y sigue su camino desafiante. Mozart y Da Ponte, compositor y libretista de la obra que aquí nos ocupa, retratan magistralmente la sociedad anterior a la Revolución Francesa; construyendo una celosía para revelar, o acentuar, pasiones o dramas de su tiempo con tales mimbres que pueden ser interpretados de muy diversas maneras. Los personajes, simples a primera vista, son de una complejidad inabarcable. Giovanni es un libertino sin ética ni creencia. Leporello es la memoria de su patrón. Interpretando las cosas a su manera. Con un vestuario gótico que realza la escena.