No podemos olvidar la barbarie.
La historia no se repite pero puede rimar.
Pronto no quedarán testigos oculares y su mayor miedo es que el mundo termine olvidándose de lo que supuso el mayor genocidio de la historia.
Para evitarlo, sus historias deben ser transmitidas.
"Si el conocimiento solo se dirige a la mente, se olvida.
También tiene que llegar al corazón."