En el hospital, Erifila (Elvira) conoce a Floriano (Beltrán), no locos, y entre ambos surge “amor a primera vista” a pesar del inicial recelo, pues cada uno piensa del otro que está loco. Siempre son interrumpidos por el director Gerardo, quien tiene una obsesiva insistencia en cumplir la norma del Hospital de mantener separados los hombres de las mujeres.
Pero Fedra, sobrina del administrador, y la criada Laida se enamoran de Beltrán y se fingen locas para que se les case con él. Su tío urde un plan para curarla: casarla “de burlas” con Beltrán. Esto provocará los celos de Elvira y se marcha con Valerio, pero volverá por amor a Floriano y…
Los “locos auténticos” están siempre deambulando por el Hospital con sus locuras más lógicas que las de los cuerdos, con un ritmo de comedia “in cresce