Lo que sigue soy yo que lo sigo intentando, soñando que conseguiré satisfacer completamente mi necesidad de comunicación. No puede existir sin la música ni los juicios de mis disertaciones sobre la realidad. Es un acto de resistencia escénica a través de la composición musical, el vídeo, la danza y un relato feroz de lo cotidiano y mis contradicciones entre el arte y la vida.
Lo que sigue está después, es una huida hacia adelante, un exceso de futuro. Lo que sigue es encontrar una manera de vivir inteligente, de aceptación de una misma y de las otras/os. Lo que sigue es un nuevo proyecto de reciclaje manual de mis desastres que se abalanzan sobre mi cuando abro el armario de mi cuarto. Una producción en la que quede constancia de todas mis habilidades adquiridas gracias a los tutoriales.