Las hermanas Verán

En Las Hermanas Verán, se mezclan el cuerpo muerto y el cuerpo vivo, vemos animales disecados doblemente retenidos en el tiempo, el uso de cráneos como símbolo de mortalidad y de fugacidad. Los recuerdos vienen acompañados de las rutinas que vivimos en la sociedad, del amor, de los miedos y de la muerte que aquí cobra una nueva función en los dominios del imaginario. Los animales embalsamados intactos, se sumergen en el movimiento insufado por las intérpretes y cobran vida. En esta obra asistimos al dolor que no tiene mayor razón que la del amor herido, experiencia que no podemos evitar. En el cuadro fnal nos queda la crudeza sensual de este desgarro de vísceras y sangre, mezcla entre mujer y animal, una especie de Caravaggio revisado contemporáneamente.