Tolitates, movido por una atracción si acaso más loca que él, se salta todas las señales de peligro y escapa de la cordura, encontrando situaciones y personajes absurdos que luchan por el protagonismo en escena.
Presentamos una técnica muy novedosa de manipulación,
teatro de objetos, marionetas de hilos, bunraku y guiñol,
obviando las palabras frente a la pantomima y la música en un escenario mágico y lleno de secretos en el que no se adivina la figura del titiritero.