UNA HUMILDE PROPUESTA

El monólogo de Swift, referente indiscutible del género ensayístico, es un latigazo a la indiferencia. Propone resolver los problemas de sobrepoblación y pobreza de la clase contadina en Irlanda a través de una solución “razonable, económica y fácil”: los padres más pobres deberán vender a sus hijos a los terratenientes ricos para que se los coman.
Empleando un proceso de lógica irrepochable, lleva hasta sus últimas consecuencias la premisa que quiere denunciar: la finalidad de toda política consiste en explotar al pueblo. Muchos contemporáneos de Swift no entendieron la intención satírica del ensayo y su escrito obtuvo críticas por el excepcional "mal gusto".