"25 años son muchos. 25 años dejan incontables imágenes en la memoria, sobre todo cuando alguien, como es el caso de Laura Vital, empieza con la temprana edad de doce a ser cantaora (y lo consigue, hay que decir con brillantez). Para este repaso por su memoria flamenca (...y vital, nunca mejor dicho) ha elegido a algunas de las personas, de los artistas que tanto han significado en este devenir: desde su propio padre -la herencia familiar- a los demás artistas del ayer y del hoy, imprescindibles en su ya consolidada carrera.
Esta mirada hacia atrás significa que ya tiene claro el camino, que ya sabe como y qué buscar en sus entrañas flamencas, para que afloren novedades que sigan teniendo sabor a lo jondo, lo auténtico, para ser, si cabe, más personal, para seguir siendo única."