Carlota es una niña de ocho años que tiene algunas malas costumbres propias de su edad tales como derrochar el agua al lavarse los dientes, utilizar el papel higiénico para confeccionarse preciosos vestidos de princesa, tirar de la cisterna sin límite… Un día, mientras jugaba con el agua en el lavabo, fue absorbida por el sumidero y llegó hasta el mar. En su camino para volver a casa, Carlota conoció al pulpo don Justo, a Fermín, un pececito muy amigable, a Anémona, a Medusa y a otros muchos personajes con los que aprendió alguno de los secretos del medio marino.