El mito de Amaterasu narra las andanzas de la Diosa del Sol. Tras la vergonzosa conducta de su hermano Susanoo, sumido en un fuerte estado de embriaguez, este arrasa los campos de arroz de Amaterasu, llena todos sus canales de irrigación, y arroja excrementos en su palacio y templos. Amaterasu se encierra en una cueva. Al no estar ella, el Sol no sale y el mundo se cubre de tinieblas, los campos mueren y el mundo se hiela. Los demás dioses temiendo que las tinieblas perduraran para siempre organizan una fiesta en la puerta de la cueva. El ruido exterior atrae mucho la curiosidad de Amaterasu, quien sale
y se encuentra con una Megami brillante y llena de luz. Un segundo después se da cuenta que es su propio reflejo en el
espejo.