Cuando Lorca finaliza “Así que pasen cinco años” no podía imaginar que las premoniciones que aparecen en la obra se harían trágica realidad para él y para todo el país… “Cinco años… día por día” desde que firma el manuscrito sería asesinado en su propia tierra... En 1936 se abrió “un pozo donde cayeron todos”… unos literalmente y otros en sentido metafórico. Ochenta años después siguen algunos miles esperando que se les saque de aquellos “pozos”… por más que otros piensen como el Viejo de la obra que “la sangre se seca y lo pasado pasado”. En todo caso para quienes no creemos en supersticiones ni religiones esto representa una inquietante casualidad, y un elemento mágico más en uno de los textos teatrales con mayor magia poética.