Dos elegantes ciclistas conducen por las calles de la ciudad un tándem que empuja a un “pianoman” que va tocando animadas melodías. A la vez que circulan llaman la atención del público e interactúan con él. Cuando el artefacto hace una parada, el piano se transforma en un teatrino de títeres donde se representan las aventuras de Pete & Pat, una liebre nerviosa y un bulldog tranquilo que protagonizan absurdas situaciones.
Estas acciones, sin palabras y acompañadas por la música del pianista, rememoran el cine mudo y los primeros dibujos animados. La comicidad de las pequeñas escenas y su ritmo trepidante conforman un espectáculo ágil y divertido.