La historia comienza en el acto tercero, escena primera de Hamlet, Príncipe de Dinamarca. Esta maravillosa escena lleva interpretándose cuatrocientos años, pero esta noche algo no va bien. Ofelia se rebela y rechaza la idea de suicidarse. La doncella está cansada de su papel pasivo de dama frágil y desequilibrada por lo que decide que quiere vivir y disfrutar de la vida. Ante esta nueva línea de acontecimientos, Hamlet se ve obligado a prometerse con la dama y comenzar los festejos. A partir de aquí los acontecimientos y situaciones serán cada vez más locos y sorprendentes. La comedia está servida.