Floria, nuestra protagonista, se decide a dar la réplica a las confesiones de Aurelio ( San Agustín ) que le han sido entregadas por mano del sacerdote de Cartago. Esta mujer erudita tiene cuentas pendientes con el que durante más de doce años fue su amante y amigo.
Un monólogo cargado de emociones donde la protagonista rebate los pensamientos filosóficos del santo preguntándose si el amor a una persona puede ser el límite al amor de Dios.
“Primero debemos vivir. Luego podremos filosofar.”
Adaptación teatral de la novela de Jostein Gaarder, autor de El mundo de Sofía.