El proyecto de “Cartas a Pastora” surge de una manera mágica.
El museo Thyssen dedicaba un día a Pastora en el ciclo de exposiciones dedicado al pintor Julio Romero de Torres.
El museo me pidió que participara y decidí rendirle homenaje con mi baile a Pastora en ese día.
Y me di cuenta de que ésta iba a ser mi nueva obra.
Me he inspirado en sus fotografías y en los pocos documentos visuales que se conservan de ella, de cómo movía sus brazos, su elegancia, su porte, su majestad.
En ningún momento he pretendido imitarla, hubiera sido un gran desacierto por mi parte, cuento el relato de su vida.
Cuento al público un diálogo para hacerle partícipe de estos sentimientos, de cómo el legado de una bailaora del siglo pasado puede aún marcar a una de esta generación, esa fue “Pastora Imperio”.