A PIE DE CALLE

“Lo que me gusta de ti es que te crees que eres el único desorientado”.
La relación entre personas es un hecho incuestionable, a no ser que se viva en un paraje totalmente aislado y sin contacto humano. Por lo tanto, el roce es evidente, aunque no signifique ni complicidad, ni entendimiento, ni siquiera compartir algo. Hay acciones que te impulsan a penetrar en el universo de otra persona, indagar sobre sus pensamientos, el porqué está allí y no en otro lugar, por qué eligió la vida que tiene y no otra, qué le hubiera gustado hacer y no hace. En una palabra, mostrar interés por el otro. Tan sólo eso. Tratar de averiguar si hay caminos paralelos que se puedan unir. Intentar conocer puentes que puedan relacionar a dos o más personas.