"… Aquella noche mi abuelo, Conejo volador, artista del circo nacional de Hungría, campeón de permanencia en vuelo, fue disparado en el cielo y por poco no volvió. Era el verano de 1959 y volvió sobre la tierra confundido entre copos de cándida nieve: nevó en pleno verano…." La voz narradora es aquella de Conejo Ginetto, la única en revivir de vez en cuando una historia que vive de la música, de las imágenes, de pausas encantadas, no de las palabras. Sin embargo, el público es llamado a seguir una historia épica, hecha de persecuciones sobre la
nieve, osos que escapan y vuelos en el espacio. Y también la historia de la formación, transformación y despertar de títeres que acaban en la barriga del oso o entrampados en la nieve. Los títeres, los figuras que bailan y las sombras chinas......