Queremos homenajear al cómico y queremos homenajear a Lope. Nos gusta la idea de que el espectador comprenda lo que supone una representación, lo que significa ser actor, cómico, teatrero, sin desaprovechar el alud de situaciones divertidas que en un "bolo" puede provocar alguien ajeno. En definitiva, otra vez a vueltas con el veneno del teatro. Porque de eso se trata, de envenenar al público, de obligarle a que vuelva a base de emocionarle, conmoverle, divertirle, entretenerle. Demostrar que el teatro está vivo y es irrepetible, un momento mágico donde el tiempo se detiene; algo fascinante donde las luces se apagan, el telón se levanta y todo puede suceder.
Y es que nos gusta, nos apasiona Lope como nos gusta, nos apasiona el teatro. Por eso nace La dama boba