Una comedia musical sin palabras y escenificada con danza y música en directo. Una bailarina recibe una carta de amor y cuándo descubre al pretendiente se desmaya. La música y el violinista pretendiente la harán revivir haciéndole llegar la alegría de las danzas gitanas de los balkanes. La bailarina atravesará por momentos de duda y de rechazo que serán bailados con tango, flamenco y danza oriental. El consenso llegará tras una declaración apasionada del violín en una obra clásica romántica que desembocará en un vals de alegría y una danza hebrea. En los interludios, mientras la bailarina cambia su vestuario, los músicos (guitarra y violín) interpretan piezas en relación con la historia.