No importa porque nos vamos pero nos marchamos hasta que un día volvemos. Siempre es doloroso volver, significa rescatar y acatar de donde venimos, es el regreso al lugar donde me formé ,me transformé y me deshice para hacerme de nuevo, es el encuentro con lo adherido, con los recuerdos y con las emociones, es el abrazo. El abrazo de una artista que vuelve a su tierra para escuchar sus raíces.
Solo de baile que toma su punto de partida con la llegada de la artista dando un paseo, recordando, emocionándose y enseñando su cara más autóctona gaditana. De este viaje que nunca acaba, que siempre va y que siempre vuelve el baile se remueve, se reinventa, se calma y disfruta pensando: “Hay que ver lo bien que se está aquí”.