Daniela y Carolina esperan en la puerta del colegio a que alguno de sus padres lea en el frigorífico que es a él al que le toca ir a buscarlas. Carlota tenía que ir a clase de guitarra pero se queda para hacerles compañía. Para hacer la espera más corta, juegan...
Esta es la base de un espectáculo en el que, desde la risa y los juegos infantiles, saldrá una representación real y llena de sarcasmo sobre la forma en que los adultos nos desenvolvemos en la vida.
Descubriremos su visión, a veces cándida y simple pero otras tan certera y adecuada, que nos hará sentir que casi siempre la mejor solución es la más sencilla.